Nuestra Política de Tratamiento de Datos Personales ha cambiado. Conócela haciendo clic aquí.

Hemos cambiado nuestra Política de privacidad y la Política de datos de navegación. Al 'Aceptar' consideramos que apruebas los cambios.

Acá encontrarás tus noticias de

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

Queremos que encuentres las noticias que más te interesan

Sigue tus temas favoritos en un lugar exclusivo para ti.

Recuerda que para ver tus temas en todos tus dispositivos, debes actualizar la App de El Tiempo.

No hemos podido cargar tus noticias

Intentalo de nuevo más tarde.

Un lugar exclusivo, donde podrás seguir tus temas favoritos . ¡elígelos!

Aquí también puedes encontrar "Mis Noticias" y seguir los temas que elegiste en la APP.

La manera más rapida para ponerte al día.

Una sección exclusiva donde podras seguir tus temas.

Cuando quieras, cambia los temas que elegiste.

Lo haré después

¡Tus temas favoritos han sido guardados!

La manera más rapida para ponerte al día.

Una sección exclusiva donde podrás seguir tus temas.

Cuando quieras, cambia los temas que elegiste.

Mariana, la artista que llenó de alas a Cartagena

John Montaño / EL TIEMPO

John Montaño / EL TIEMPO

Encuentra la validación de El Cazamentiras al final de la noticia.

Regístrate o inicia sesión para seguir tus temas favoritos.

Mariana Smith Robledo es una artista plástica, empírica y paisa, radicada hace 13 años en Cartagena, que cosecha una propuesta creativa basada en elementos reciclados, los cuales transforma en piezas únicas de arte. Su trabajo nace y se forja más o menos así: a alguien le estorbaba una vieja cama sencilla y la iba a arrojar a la basura, pero llegó a las manos de Mariana. Es una joya de hierro forjado. Tiene su encanto ese viejo cachivache, en cuya cabecera tiene figuras que le dan un aire Vitage. Ella juntó cabecera y patas para formar un gran candelabro con velas gruesas que remiten a viejos tiempos de la conquista. (Además: La historia de Érika Zapata, la reportera paisa que se volvió tendencia)

A post shared by Mar Smith R. (@mar_smith_artista)

La búsqueda de todo artista es la transformación. Comencé a recopilar cosas que la gente desecha, muchas veces en perfecto estado, que al final son únicas para crear...

Sus obras tienen ese toque femenino, delicado e inteligente, que las convierte en objetos sublimes y codiciados. A Mariana le encanta el fuego, el calor y el mar, y así lo refleja en los objetos que crea. Sus alas de ángel son una propuesta práctica para los turistas curiosos. (También: Mujer afro denuncia agresión física de turistas en Centro Histórico de Cartagena) Unas alas doradas hechas con cientos de latas de cerveza, curadas al calor, con objeto contundente y raspadas, engalanan algunas fachadas de los barrios de Getsemaní y Bocagrande, hasta donde llegan turistas felices que se toman fotos y se hacen videos para gritarle a la humanidad a través de sus redes sociales que ellos vuelan por Macondo. Ha hecho 45 pares de alas de ángel que están distribuidas en la ciudad. El callejón angosto del barrio Getsemnaní es su mejor galería de alas coloridas.

A post shared by Mar Smith R. (@mar_smith_artista)

Su trabajo como artista lo sustenta en varios frentes. Primero en su propia búsqueda en un mundo en que casi todo es desechable y en que palpita la cultura del consumo a gran escala, que está llevando a que se agoten los recursos en el planeta. “La búsqueda de todo artista es la transformación. Comencé a recopilar cosas que la gente desecha, muchas veces en perfecto estado, que al final son únicas para crear. Después espero a que esa pieza me comunique algo, me diga que quiere ser. A partir de ahí comienza esa oportunidad para el artista de crear, pero también de ese reto, de ese compromiso conmigo, de dar vida a eso que otros desechan”, narra. (Le puede interesar: Tolú: $50 millones de recompensa por información de asesinos de empresaria)

A post shared by Mar Smith R. (@mar_smith_artista)

Me obsesionaba la urbe, el palpitar de una ciudad trepidante como Medellín, y yo, de niña, hacía mi propia versión. A todas mis casitas se les abrían puertas y ventanas y llevaban colores

A Mónica, un maniquí sin cabeza ni extremidades, la recogió de entre la basura en el Centro Histórico la noche de despedida de bodas de una de sus mejores amigas. “Íbamos de blanco para un bar donde teníamos reserva, entonces vi al maniquí ahí tirado y fue atracción a primera vista, una alucinación. No me importó. La recogimos y nos fuimos para la fiesta. Esa noche todo el mundo bailó con el maniquí, pasó del olvido en un basurero a ser el centro y símbolo de una despedida de solteras. Un borracho incluso quiso abusarla, y la bailó con movimientos obscenos, revelando la brutalidad humanal. Lo encaramos con mis amigas”, recuerda. El momento cumbre de ‘Mónica’ fue el día que su creadora le dio vida con unas extensas alas amarillas y de cabeza es un gran cirio encendido. Un corazón radiante en el vientre que estuvo expuesta y ya es un símbolo kitsch de una Cartagena en pospandemia y en medio de la guerra entre criminales. (Vale la pena leer:  Así era la doble vida de la policía señalada de trata de personas en Cartagena)

A post shared by Mar Smith R. (@mar_smith_artista)

Trabajar con materiales reciclados es de alguna forma salvar la vida en este gran espejo de agua que nos abraza: el mar. Es dramática la cantidad de basura que cae todos los días al mar

Mientras responde, corta con unas tijeras trozos de latas que toman la forma de pequeñas plumas que luego juntará y, con otros elementos y colores, convertirá en alas. Cortar latas le ha causado heridas en sus manos y en general su vocación le ha causado machucones con martillos y quemones de las velas. “He recogido, recuperado, comprado y procesado un inventario de 13 mil latas de cerveza, que luego de cortadas han dado como resultado alas de diferentes estilos, pero también lámparas, espejos y otros objetos utilitarios”, cuenta. Para ella, lo más hermoso que puede existir es transformar una bolsa de basura en una escultura. “Cuando la gente se encuentra de frente con la obra, y la mira, la huele, la aspira, la toca, la usa… observa su belleza y su fragilidad o su poder y se pregunta. ¿Cómo? ¿Lo hiciste con basura?”. (Además: Vale la pena leer: Mueren tres menores más por desnutrición en La Guajira, van 80 casos)

A post shared by Mar Smith R. (@mar_smith_artista)

Y todos esos materiales los trabaja también la pequeña artista de extracción humilde de Medellín que en el patio de su casa armaba pueblos enteros con cartón, palitos y pintura. “Me obsesionaba la urbe, el palpitar de una ciudad trepidante como Medellín, y yo, de niña, hacía mi propia versión. A todas mis casitas se les abrían puertas y ventanas y llevaban colores”, recuerda. (Le puede interesar: Harina de guineo por bienestarina, la propuesta del Colegio Médico de La Guajira)

A post shared by Mar Smith R. (@mar_smith_artista)

“Trabajar con materiales reciclados es de alguna forma salvar la vida en este gran espejo de agua que nos abraza: el mar. Es dramática la cantidad de basura que cae todos los días al mar, es por ello que mi obra también es un grano de arena para descontaminar”, sostiene. Su fascinación con las velas no es propiamente por la cera, sino por la luz. “Cuando era niña las sombras que producían las velas me transportaban a otros mundos e imaginaba batallas monstruos y amores”, dice. Mariana transforma espacios y diseña interiores, sobre todo bares, galerías y restaurantes donde sus obras son el telón de fondo. (Lo invitamos a leer: Manizales se prepara para su Feria: toros, cabalgata y reinas harán la fiesta)

Tengo diseñado un baño móvil, que vaya por la ciudad prestando este servicio. Estar limpios les favorece un mayor estatus de ciudadanos, como por ejemplo buscar un trabajo

Mariana es uno de esos personajes de Cartagena que una noche hace parte de una exposición o la inauguración de un bar, tal vez al calor de unas copas de vino, acompañadas con una tabla de quesos europeos. Al otro día puede estar repartiendo unos desayunos o almuerzos en las faldas de la Popa, porque de lo popular se alimenta su obra, donde lo humanitario es el espíritu. “También quiero crear una fundación para los habitantes de la calle, personas que tienen otra relación diferente de la mía con lo que la gente desecha. Cuando puedo doy desayuno y siempre un abrazo, una vez me dice un muchacho al que se le vinieron las lágrimas: ‘Llevaba años sin que me dieran un abrazo’ ”, observa. Ella dice que lo que más necesitan los habitantes de la calle es un baño. (Lo invitamos a leer: Atención: En Cartagena Transcaribe operará la noche del 31, y hasta la madrugada) “Es por ello que necesitamos un sistema de baños públicos para que estas personas se puedan bañar. También tengo diseñado un baño móvil, que vaya por la ciudad prestando este servicio. Estar limpios les favorece un mayor estatus de ciudadanos, como por ejemplo buscar un trabajo”, concluye. John Montaño Corresponsal de EL TIEMPO Cartagena En Twitter: @PilotodeCometas

Regístrate o inicia sesión para seguir tus temas favoritos.

*Este no es un correo electrónico válido.

*Debe aceptar los Términos, Condiciones y Políticas.

Ya puedes ver los últimos contenidos de EL TIEMPO en tu bandeja de entrada

Llegaste al límite de contenidos del mes

Disfruta al máximo el contenido de EL TIEMPO DIGITAL de forma ilimitada. ¡Suscríbete ya!

Si ya eres suscriptor del impreso

* COP $900 / mes durante los dos primeros meses

Sabemos que te gusta estar siempre informado.

Crea una cuenta y podrás disfrutar de:

Crea una cuenta y podrás disfrutar nuestro contenido desde cualquier dispositivo.

COPYRIGHT © 2022 EL TIEMPO Casa Editorial NIT. 860.001.022-7 . Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular. ELTIEMPO.com todas las noticias principales de Colombia y el Mundo