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2023-01-05 18:20:51 By : Mr. ken xie

Según los datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), existen cerca de 13 millones de mascotas en nuestro país; de las que más de la mitad, 7 millones, son perros.

Este verano, la DGT calcula que se producirán 91 millones de desplazamientos y, en muchos de ellos, viajarán perros en el coche. Por ello, te ofrecemos los mejores consejos para que tu viaje con ellos sea seguro y cómodo para todos.

De entrada, y desde sus primeros meses de vida, deberás acostumbrar al perro a montarse en un automóvil y a ser transportado en él. Si no lo haces, un largo viaje puede resultarle traumático. Por ello, monta al perro en el vehículo durante trayectos cada vez más largos, y mantenle siempre lo más fresco posible.

Acostumbra asimismo a tu perro al sistema de seguridad que vayas a usar para llevarlo en tu coche. Recuerda que el Reglamento General de Vehículos, en su artículo 18, señala que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos deberá cuidar especialmente de mantener […] la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos”.

Por ello, por seguridad y por evitar una sanción de 80 euros (sin retirada de puntos), lleva siempre a tu animal correctamente sujeto. Puedes llevarlo en un transportín (en el mercado encontrarás, desde unos 40 euros, distintos modelos y tallas en función del tamaño de tu perro), que deberás llevar en el suelo del vehículo o, en su defecto, en el asiento trasero pero sujeto por el cinturón

Otra opción, más habitual si el perro es de tamaño medio o grande, es que lo lleves sujeto mediante un arnés específico (estos accesorios han superado pruebas de choque) que puedas colocarte a tu perro y quede conectado a su vez al cinturón de seguridad. Ojo, para perros grandes, se recomiendan arneses con dos puntos de sujeción, para evitar que un único punto pueda romperse en caso de un frenazo brusco.

De cara a evitar pelos en la tapicería o incluso manchas por orina o excrementos, es muy recomendable que protejas los asientos de tu vehículo. Existen fundas específicas para ello, como esta, desde unos 25 euros. Además, también es muy recomendable que, para que el animal esté cómodo, te lleves contigo elementos con lo que esté familiarizado, como una manta o sus juguetes favoritos.

Otra parada previa a viajar con tu perro en el coche es una visita al veterinario, que te aconsejará sobre si es necesario algún chequeo previo, cada cuánto debes parar o si requiere alguna medicación específica. Por ejemplo, aunque no es lo más común, existen perros que se marean en los coches, por lo que se les puede administrar medicamentos contra el mareo.

Si, durante tu viaje, piensas abandonar España con tu perro, necesitarás el correspondiente Pasaporte Europeo para Animales de Compañía (puedes conseguirlo en tu veterinario si tu animal tiene microchip y está vacunado contra la rabia). Por otro lado, si viajas a Reino Unido, Irlanda, Malta, Finlandia o Noruega, además de los requisitos anteriores deben tratarle, además, contra el parásito gastrointestinal E. multilocularis. Por último, si viajas a países que no sean miembros de la Unión Europea deberás informarte en la embajada de los requisitos sanitarios.

Una vez en marcha, deberás tener en cuenta la comodidad del animal, que repercutirá en la seguridad y tranquilidad del viaje de todos los ocupantes del vehículo. Por ello:

Cada dos horas o 200 km, para que el animal pueda estirar las patas y, sobre todo, refrescarse (lleva contigo su cuenco habitual para beber). También es recomendable tratar de que el perro haga sus necesidades.

En principio, no es recomendable que le des de comer, para que así, no vomite durante el trayecto. Pero cada perro es un mundo, por lo que consulta siempre con tu veterinario.

No resulta una práctica demasiado recomendable, ya que a nuestro perro puede introducírsele polvo o suciedad en los ojos pero, también, que le pique algún insecto. En última instancia y, sobre todo en ciudad, si viaja con la cabeza fuera podría llegar a sufrir un impacto con otro vehículo o mobiliario urbano. ¿Lo mejor? Mantenerle fresco, ya sea con el uso controlado del aire acondicionado o llevando una ventanilla ligeramente abierta.

Ni aún con las ventanas levemente bajadas ya que, debido a las elevadas temperaturas del verano, puede sufrir un golpe de calor o deshidratarse.